No se puede sostener lo que no es recíproco

❤️Los vínculos se cuidan de los dos lados❤️

Reciprocidad: «Correspondencia mutua de una persona o cosa con otra». 

No siempre somos correspondidos. A todos alguna vez nos pasó de esforzarnos por sostener algo que, en realidad, no funciona. La palabra «esfuerzo» ya me lleva a pensar en que si hay que esforzarse para que funcione, entonces ahí no es. ¿O no?

 Nos puede pasar en cualquier vínculo, a veces pasa con la familia, con los amigos, con las parejas y con las personas que conocemos y queremos construir algo duradero.

Se insiste, se busca, se espera… pero la respuesta no llega. Aunque los silencios y la inacción también son una respuesta. ¿Para qué nos quedamos? Es como regar una planta que no absorbe agua, como sostener un puente cuando del otro lado no hay anclaje. La realidad es que las relaciones humanas, en cualquiera de sus formas, necesitan de un intercambio genuino para crecer.

El intento de sostener lo que no se comparte lleva inevitablemente al desgaste. El cuerpo lo siente, la mente lo rumia, y el corazón se agota. ¿Cuánto tiempo se puede vivir en un vaivén donde solo una parte pone energía? A veces, reconocer esta falta de reciprocidad duele más que el acto de soltar. Sin embargo, es en ese dolor donde se encuentra la posibilidad de reconfigurar el vínculo más importante: el que se tiene con uno mismo.

Comprender que no se puede obligar al otro a dar lo que no puede o no quiere es un acto de madurez emocional. En ese reconocimiento nace la oportunidad de elegir dónde invertir la energía, a quien darle tu amor.  En el fondo, se trata de un gesto de amor propio para aprender a escucharnos, para aprender a quedarnos donde somos bienvenidos.

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Gracias por leer!🌷

Lic. Gabriela Rivera

No se puede sostener lo que no es recíproco
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