El estilo de personalidad pasivo-agresivo tiene que ver, por lo general, con una actitud pasiva frente al otro que esconde hostilidad. Presentan una marcada ambivalencia afectiva, dependen emocionalmente de los demás y al mismo tiempo defienden con énfasis su libertad y autonomía.
¿Por qué actúan así? Frecuentemente puede asociarse a dificultades en los vínculos de apego con sus figuras parentales, ya que el desarrollo del vínculo ha sido inseguro. Esto significa que los lazos y las relaciones con sus padres no les ha aportado la suficiente seguridad y protección para desarrollar una seguridad emocional y por tanto un desarrollo adecuado de las características de personalidad, dando lugar a este comportamiento pasivo-agresivo.
8 características para identificar a las personas pasivo-agresivas
- Critica constante, frecuentemente a modo de chiste o burla.
- Baja tolerancia a la frustración, se irrita fácilmente.
- Asume compromisos que luego no cumple.
- Responsabiliza a los demás incluso de sus propios actos.
- Victimización, se siente tratado injustamente.
- No suele expresar enojo, por eso lo actúa sutilmente o indirectamente.
- Es inseguro. Se empeña en mostrarse eficiente, capaz, culto, superior.
- Evade conflictos. Al no confrontar puede guardar silencios por largos periodos de tiempo y luego hacer como si nada hubiese ocurrido.
Todas las personas ante determinadas situaciones pueden adoptar comportamientos pasivo-agresivos, pero se debe evaluar si se trata de conductas aisladas y conscientes, y por lo tanto modificables, o por el contrario se trata de un perfil de personalidad pasivo-agresivo, donde frecuentemente no hay conciencia y por lo tanto, capacidad de análisis.
¿Cómo tratar con una persona pasivo-agresiva?
- No naturalizar su comportamiento: Muchas veces permitimos que la persona sostenga este comportamiento con justificaciones de todo tipo. Hacerlo responsable de manera asertiva puede ayudar a que deje de depositar la culpa fuera de si mismo.
- No te disculpes: No te disculpes si se niegan a ser directos y decirte lo que sienten de frente. Si tu jefe te dice, por ejemplo, “¿otra vez te vas temprano?” cada vez que te vas a tu casa justo a tu hora de salida, pero nunca te dice que quiere que te quedes hasta más tarde, no te disculpes. Sobre todo si la persona en realidad pretende hacerte sentir culpa para poder sentirse que es él quien controla la situación.
- Poner primero tus necesidades. No es egoísmo. Es amor propio. Las personas pasivo-agresivas pretenden que en tu lista de prioridades, primero estén ellos, segundo que estén ellos, tercero que sigan estando ellos, y por último vos. Si quiere cenar tarde, se cena tarde a pesar de tus incomodidades. En el caso de que la única bebida que le gusta es la leche de almendras, en la heladera es la única bebida que hay. O también, cuando tu jefe siempre pide una tarea más cuando te estas por ir a tu casa, y vos siempre sos la persona que se queda.
- No cedas a sus exigencias: el comportamiento pasivo agresivo suele tratarse más de ejercer control que de preferencias genuinas. Es apropiado hacerles saber, con asertividad, que hay un limite.
- No juegues el juego que te propone. Las personas pasivo-agresivas sienten satisfacción cuando angustian al otro, y su comportamiento irrita tanto a veces que es inevitable reaccionar y manifestar la agresividad que ellos no se animan a expresar. Ahora bien, con esto ellos se sienten triunfadores. Lo mejor a veces, es respirar, contar hasta 10 y después responderles.
- Enfrentarlo. Ser asertivo implica explicar específicamente qué de lo que hace te molesta. Podes decirle cómo te hace sentir y explica claramente las consecuencias si continua con su comportamiento. Si le explicas lo que te molesta, lo sigue haciendo y se lo permites, su comportamiento pasivo-agresivo va a aumentar.
Recordá que detrás de su hostilidad existe insatisfacción. Lo mejor que podes hacer es no hacerte cargo de eso. Además, si tenés un vinculo de mucha confianza con esa persona podes sugerirle que busque ayuda profesional para que tome conciencia de su comportamiento y pueda tener vínculos mas saludables.
Lic. Gabriela R. Rivera
Psicóloga MP 55302