• El fenómeno del bullying no solo puede plasmarse a través de situaciones de violencia de física, sino que incluye también presentaciones del orden de la violencia verbal, psicológica y la modalidad de exclusión social. En este sentido a su vez, podemos hablar de una modalidad de presentación directa –cuando se conoce al agresor- tanto como indirecta –cuando este no se presenta, sino que actúa de otras formas-.

• Relación víctima-agresor, testigos.
• Perfiles de los actores involucrados.
• Efectos y consecuencias posibles.
• El ciclo del Bullying

En relación a las articulaciones con conceptos psicoanalíticos, este fenómeno puede ser pensado como una forma de expresión de la pulsión de muerte, como un goce más allá del principio de placer. Desde este planteo, podemos pensar a las diferentes manifestaciones de la agresión como una expresión particular de cierta desligazón pulsional. En este sentido, la temática planteada nos convoca puesto que la agresión es presentada por Freud como un obstáculo o enemigo de la cultura; esta se propone atar libidinosamente a sus miembros, por lo que el bullying se correría de la meta planteada por la cultura.

En términos de estrategias generales para construir un contexto de convivencia sana se debe promover el respeto y la inclusión, el desarrollo de una cultura de aceptación y resolución constructiva de conflictos, campañas y mensajes que promuevan relaciones de respeto y permitan tomar consciencia sobre la gravedad del acoso escolar y las situaciones de violencia, formación directa acerca de dinámicas sociales asociadas al bullying, derechos y deberes en la convivencia, entrenar en la empatía, aceptación de la diversidad, y promover el desarrollo de habilidades de resolución constructiva de conflictos y promoción de la cooperación. Así, una propuesta de intervención en el bullying debe incluir:

• Prevención: actuaciones dirigidas a mejorar la convivencia, prevenir la conflictividad y evitar la aparición del fenómeno;
• Intervención primaria: cuando se detectan situaciones de acoso incipientes, para evitar su consolidación, a través de la aplicación de un programa específico con intervenciones individuales y situadas con el grupo de estudiantes…; e
• Intervención secundaria: cuando se trata de situaciones consolidadas, dirigida a minimizar el impacto sobre los implicados aportando apoyo terapéutico y protección a las víctimas, así como control a los agresores.

En todos los centros escolares debe haber un protocolo de actuación para los casos de acoso escolar, así como un plan de prevención de la violencia y promoción de la convivencia. Todos los estudiantes deben participar en programas de intervención preventiva con el objeto de que la prevalencia del bullying en todas sus modalidades sea la menor posible.

Visualización de una película para integrar todos los conceptos abordados.